Quienes nos animamos a cruzar el umbral del desconocimiento para indagar, cuestionar, preguntar y encontrar respuestas a nuestra existencia, sin duda alguna, seguiremos teniendo momentos de tanta dicha como de infelicidad, porque ir más allá implica dejar la vida humana desde lo limitado y conocido para adentrar en lo que no sabemos como es y que se encuentra en las creencias de lo que parece irreal .
Creer que porque fuimos valientes vamos a encontrar la estabilidad completa es como pedir que el mundo se quede quieto y deje de moverse porque no hay final más que el que el propio ser determine para su propio camino dentro las decisiones humanas y el Universo desde su integridad.
Mientras tanto, pareciera que Dios nos mira vernos jugar observando hasta donde llegamos pero asimismo , nosotros, desde acá abajo sentimos librar un -hasta cuándo? que aún no tiene respuestas.
Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, reconocimos errores, nos enorgullecimos de los aciertos y sin embargo lo único que hace que sintamos que todo está en su lugar es la creencia de un Poder Superior que todo lo Ve y sabe lo que hace.
Cuando no hay manifestaciones del Amor Universal que sentimos , ni la correspondencia de lo que intuimos con la realidad física, estamos adentrándonos en un campo más sutil y sumamente complicado como lo es la psicología humana.
Acá nos encontramos con muchas variantes , teorías, estudios y acorde a la escuela será de una manera u otra. Pero más allá del estudio de las enfermedades mentales y el funcionamiento de nuestra psiquis, cuando podemos traspasar la barrera de lo razonablemente lógico estamos frente a frente con una propia realidad interior que ni la misma psicología puede explicar.
Podemos imaginar, ilusionar, tener sentimientos extraños, vivencias sutiles, pero mientras no hagamos como real en esta dimensión lo que soñamos en otros niveles de consciencia no estamos en riesgo de tener problemas mentales. No hay pérdida del juicio ni de la realidad y no hay por qué temer nuestra integridad pero , sin embargo, dentro nuestro sentimos muchas veces estar volviéndonos locos.
Las percepciones van por un lado, y lo meramente formal de lo material por el otro, observamos determinados comportamientos e inéditamente sentimos que esas acciones no marcan la esencia de la voluntad aunque veamos una fervorosa manera de llevarlo a cabo, la vida nos muestra un camino y nuestro ser no siente ir para allá, o sea , vamos a contramano de lo que físicamente se nos presenta.
En ese mundo de situaciones encontradas nuestra psicología va perdiendo día a día un poco de su cordura y lo moralmente apropiado deja de tener sustancia para convertirse en la gran actuación del cuál no sentimos formar parte.
Percibimos estar elevándonos pero también pisamos fuerte este mundo material y, como consecuencia, nos encontramos con que la psiquis se agota mucho de tanta contrariedad y, sin embargo, no encuentra respuestas a lo que la psicología podría explicar porque esa misma ciencia está hecha paradójicamente por mentes humanas.
Cuando llegamos a un nivel de conocimientos que no pueden ser juzgados porque nadie tiene la capacidad de hacerlo, nos damos cuenta de por qué necesitamos elevarnos para sentirnos en paz . No hay respuesta humana a los interrogantes existenciales y cada uno tendrá su propia sabiduría que no la hará universal pero sí única para el ser y que podremos compartir acorde a la afinidad de la certeza de quienes estén a nuestro lado.
No hay un modo igual para todos para llegar a la trascendencia, algunos podremos y otros quedaremos en el camino pero como sea , la soledad que sentimos muchas veces está relacionada con la individualidad que la vida nos dio al nacer y que pertenece a nuestra faceta humana.
Quizás la gran paradoja sea fusionar el cuerpo y la mente como seres exclusivos que somos con un Espíritu Universal que nos pertenece a Todos por igual sin diferencias de rango, sexo, edad, cultura, sociedad y religión llamado como cada cuál quiera ponerle pero al cuál pertenecemos que nos da la esencia Divina que brilla por siempre y para siempre.
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